martes, 16 de noviembre de 2010

Eclipse Solar


Hasta el último instante se mantuvo la incertidumbre. Las malas condiciones climáticas de los días previos hacían temer lo peor, que las nubes no dejaran ver el eclipse y la preparación de isleños y los cerca de 4 mil turistas y científicos que coparon el ombligo del mundo, fracasara. Pero pocos minutos antes de que la luna abarcara con su sombra a los pascuenses, el cielo se abrió y no hubo interferencias para observar el fenómeno.


Desde las 16:09 hora de Chile continental, el eclipse fue total durante 4 minutos con 40 segundos, único momento en que es observable la corona solar, siempre oculta por la luminosidad del astro rey. A simple vista se pudo apreciar su color metálico, irregularidad y fuertes destellos, se trató también del momento más esperado por los científicos, que pudieron grabar, fotografiar y medir.

Para los turistas y pascuenses, la mayor algarabía fue en el momento exacto en que la luna se interpone entre el Sol y la Tierra y se forma lo que los científicos llaman “anillo de diamantes”, puntos de destellos extremadamente brillante. Impresionados, se escuchaban gritos y aplausos colectivos que no daban crédito al espectáculo en medio del cielo nítido, sin nubes que opacaran el espectáculo astronómico.


La sombra que atrapó a la isla, a más de 3.500 km de Chile continental, sólo provocó una penumbra parcial, que algunos explicaron por el efecto del Océano Pacífico. Sin embargo, Venus se dejó ver con gran luminosidad y Mercurio, aunque esquivo, apareció cerca del final del eclipse. Durante la penumbra la temperatura bajó en varios grados y se dejó sentir el clásico “viento de eclipse”, producido por la diferencia de temperatura asociada a la oscuridad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario